Panamá se ha unido a GBIF como participante asociado, convirtiéndose en el 64º participante nacional y el duodécimo de América Latina y el Caribe, con la Viceministra de Medio Ambiente Diana Laguna firmando el Memorando de Entendimiento en nombre del gobierno nacional.
"La adhesión a GBIF ofrece valiosas oportunidades de formación y capacitación a las instituciones panameñas para aumentar los datos disponibles sobre el país", declaró la viceministra Laguna. "Esperamos que también nos proporcione una plataforma desde la que podamos incrementar la conciencia e informar al público sobre la biodiversidad y su importancia".
Como cruce central de Norteamérica y Sudamérica, Panamá acoge un conjunto único y diverso de biomas terrestres y marinos que sustentan una gran variedad de especies. Con más del 60% de su territorio cubierto de bosques y costas que se extienden a lo largo del Mar Caribe y el Océano Pacífico, el país -una de las economías de más rápido crecimiento de América Latina- se enfrenta a numerosos retos para garantizar la conservación y persistencia tanto de sus ecosistemas como de las especies que los habitan.
Con el aumento de la deforestación, la contaminación y el comercio ilegal de especies silvestres, los datos listos para usar y disponibles abiertamente se convierten en una herramienta esencial para comprender mejor el estado de los ecosistemas del país y las amenazas a las que se enfrentan.
"La participación de Panamá en GBIF subraya la importancia crítica de la colaboración mundial en el intercambio de datos sobre biodiversidad", ha declarado Andrew Rodrigues, Oficial para las Alianzas de Datos en GBIF. "Esta asociación proporciona una base sólida para abordar los retos medioambientales urgentes, reforzar la capacidad y mejorar las competencias regionales en materia de datos".
Hasta la fecha, casi 8,2 millones de registros biológicos están disponibles para los usuarios de GBIF, compartidos por 453 instituciones de 43 países. El 80% proceden de eBird-una plataforma mundial de ciencia ciudadana gestionada por el Laboratorio de ornitología de Cornell- y sólo el 12,8% son registros de especímenes de varios museos de historia natural de todo el mundo, entre ellos el Jardín Botánico de Missouri ofrece la colección más extensa, con más de 200.000 registros.